jueves, 30 de marzo de 2017

Vaciar

Ayer asistí a una conferencia gratuita de un método de Hawai. Es un saber antiguo para poder sanar y sanar a otros.

Pues ahí aprendí que hay que vaciar para poder recibir. Lo dicho el Universo me seguí mostrando a diario el camino para conseguir lo que anhelo.

Si estamos llenos de envidia, frustración, ira, tristezas, miedos, broncas, y resentimientos, no tenemos espacio para que venga lo nuevo.

Es como un cuarto, podemos meter una cama, un armario, una mesita de noche, y poco más.

El concepto de vacío no sólo es aplicable a la meditación, es para nuestro día a día.

Puede que nos cueste asimilar esta nueva idea. Ya que el Universo acepta nuestras peticiones, todas.

Por lo tanto si pedir es infinito, ¿cómo es que nosotros somos finitos?

Se refiere a que lo negativo ocupa el lugar que debería ocupar lo positivo. Volvemos al ejemplo de la habitación.

Si yo compro una mesa tendrá que ser una nueva, buena, no rota, estropeada.

Es decir el lugar que ocupa lo negativo, es sitio que quitamos a lo positivo.

Imaginemos ahora un cuarto vacío, sin nada, solo podremos llenar de cosas que valgan para un cuarto de dormir.

Si nos imaginamos ahora una cocina, no podrán ir un armario ropero, irán cosas, útiles de cocinar.

Así es el interior humano, tiene muchas estancias, por lo que nuestras peticiones puede ser infinitas.

Lo que ocurre es que si odiamos a alguien, le tenemos envidia, rencor, estamos llenando la habitación o sala que corresponde con útiles inservibles.

Para terminar, y que no cunda la la alarma, los pensamientos positivos son mucho más poderosos que los negativos.

Y en contra tenemos que estamos más predispuestos a los negativos que los positivos. Lo cual lleva a que seamos cual centinela que no deja pasar lo malo.

Que tengáis un feliz día.


Abrazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario