Sí, hoy es un día más. Ni mejor ni peor, diferente.
Hoy tocó excursión con mi hermano pequeño a un pueblo.
Así de paso hice alguna foto que otra.
Lo cierto es que hacía tanto calor a esas horas, entre las 16 y las 19, que poco le dí al botón del disparo de la cámara.
Hablé con una chica que se dirigió a mi primero, preguntando por un bar.
Nada, unas cuantas frases y ya está.
Pero ya no me creo un monstruo.
Incluso me está gustando estar entre la gente, me quito un peso de encima cuando me mezclo con otras personas.
Del Universo y el Secreto estuve treinta minutos pidiendo.
Y sé como quiero mi casa.
Quiero un comedor lleno de aparatos de gimnasia. Ya lo tuve y lo perdí, lo quiero recuperar.
No me hacen faltas sofás, ni televisión, si acaso un aparato para ver películas mientras entreno.
Si lo tuve una vez soy capaz de volver a tenerlo una segunda. Seguro que sí.
Una habitación para dormir, y la cocina.
No me hace falta más.
Ahora me voy al parque a otra tanda de peticiones al Universo.
Vibrar, sentir, con el Universo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario