Hoy tuve un día loco, de médicos, y gestiones, además de compromisos.
Yo miraba el reloj y veía que se acercaba cada vez más a las dos en punto de la tarde.
Hora en que ella, Puri, cierra la tienda con su compañera y viene a los bancos.
Me tenía que aprender en ese espacio pequeño de tiempo en cómo funcionaba el MP3 y grabar las canciones en el aparato.
Al final tuve veinte minutos para organizarlo todo.
¿Y qué ocurrió? Pues que pasó media hora, luego tres cuarto, y casi al final una hora, y ella sin aparecer. Y yo esperando con el regalo en una bolsa.
Me marché derrotado y enseguida pensé que ya la vería el Lunes.
Pero no, bajé de nuevo al parque, y luego de un rato de meditar decidí que se lo iba a dar en la tienda. Delante de todos. El corazón golpeaba el pecho.
Así que con el encargo de mi Madre, esperé el momento en que hubiera atendido a todos en la charcutería.
Cuando me daba la bolsa con el jamón cocido, yo le daba la mía con un libro y un MP3.
Y me he llevado no uno, ni dos, cuatro besos y abrazos miles, le saltaban las lágrimas.
Así que ahora vivo en una nube, somos amigos de banco, y sabe porque me lo ha dicho, que los regalos son para que el tiempo que esté en el banco se le pase como un rato agradable.
Además la música de Pablo Alboran, le encanta.
Ahora todo lo que suceda a partir de ahora es extra. Yo me conformo, se ha roto el hielo, y quizás un día le llegué al corazón, a pesar del espesor del hielo.
Por lo demás el Endocrino me ha mandado pinchazos diarios, y más medicación. Espero que pronto mi salud sea saludable, y depende de mi y de la ayuda del Universo.
Vibrar, sentir, con el Universo
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