miércoles, 24 de mayo de 2017

Hoy no sucedió nada extraordinario

Un día normal el de hoy. Me he recuperado de un dolor de garganta que no me dejaba tragar la comida.

No me he constipado en varios años y tampoco puede decirse que lo haya cogido.

Simplemente me ha afectado a la garganta, y me ha costado no estar acostado, haber si pasando las horas se me iba.

Aparte una semilla que ya está plantada y que germinará a su tiempo.

Esa es la idea que me llevo de un día como el de hoy.

No puedo más que contemplar la tierra esperando que brote una pequeña hoja verde.

Después de varios deseos conseguidos enseguida, en pocos días, estoy más que orgulloso de todos los libros, vídeos, y enseñanzas, que he ido acumulando a lo largo de vida.

Y que me han traído hasta aquí.

Y estoy bien. No “en guerra con mi alrededor” como dice la canción.

Mañana es día de cobro. Y es el segundo mes, que como ya dije, dejo mi adicción a los prestamos, y a gastar y vivir por encima de mis posibilidades.

Me acuerdo ahora de una enseñanza del Dalai Lama, que decía que si una cosa funciona, y no está rota, ¿para qué comprar otra?

Y la verdad que es una asignatura pendiente en mi. Pues por ejemplo tengo tres libros electrónicos, no uno, tres.

Y estoy rodeado de cosas que no he terminado de leer, usar, o disfrutar de ellas.

En fin, soy más feliz y sosegado, si no tengo esa ansiedad por comprar.

Dejo unas fotos de mi próxima cámara, que según lo de arriba, me tiene que durar mucho.

Vibrar, sentir, con el Universo.




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