Y otra vez la suerte hizo acto de aparición. Poco, pero estoy cerca, muy cerca, lo presiento.
También recibí dinero de la venta de una cámara de fotos que tenía.
Así que nado en la abundancia, por lo que todos los deseos, sueños, que tengo, se cumplirán a su tiempo, me voy a centrar en el peso.
De momento es quitar esa ansiedad por la comida.
Realmente no tengo hambre, pero se ha convertido en una costumbre.
Me cuesta llevarme a mi mismo de un lugar a otro, el peso juega en contra mía.
Ir más al gimnasio, que tengo tiempo de sobra.
Y también me hace ilusión que me quepa el 90% de la ropa que tengo guardada.
La manera correcta de llegar al peso que quiero es visualizando en el espejo un Yo más delgado.
Si me digo no quiero engordar, no es la frase adecuada para llegar a buen término.
Entonces engordaría el doble.
Y por último esta semana ha empezado a lo grande, y espero con ansía los días que siguen.
Vibrar, sentir, con el Universo.
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